lunes, 22 de septiembre de 2008

EL JUEZ BERGESIO NIEGA A ABUELAS DE PLAZA DE MAYO EL DERECHO A CONTROLAR EL PERITAJE GENÉTICO A LOS JÓVENES ADOPTADOS POR HERRERA DE NOBLE

Buenos Aires, 18 de septiembre de 2008

El juez federal Conrado Bergesio rechazó la solicitud para la designación que hizo Abuelas de Plaza de Mayo de un perito de parte para controlar el estudio genético que el mismo juez ordenó para cruzar el ADN de los jóvenes adoptados por Ernestina Herrera de Noble con el de dos grupos familiares que buscan a niños hijos de desaparecidos secuestrados durante la última dictadura militar en violación de disposiciones legales y constitucionales.
El mismo juez también había aceptado en una polémica decisión seguir los deseos de los jóvenes Noble y realizar los estudios fuera de su ámbito legal, el Banco Nacional de Datos Genéticos, y realizarlos en el Cuerpo Médico Forense, organismo que no realiza esos estudios sino que los deriva en un grupo reducido de laboratorios privados. Esa decisión fue confirmada por la Cámara de Casación. De quedar firme la decisión del juez, los estudios se realizarían en un laboratorio privado y sin el control de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Sin embargo, sí fue admitida la perito de parte de la denunciada Ernestina Herrera de Noble.
La querella de Abuelas de Plaza de Mayo presentó su perito a los tres días de ser notificada, respetando el plazo que estipula el código de procedimientos. Sin embargo, el juez sostuvo que la petición fue presentada fuera de término porque en realidad el peritaje se ordenó en junio de 2004, momento en el que comenzó un derrotero de cuatro años entre la Cámara de San Martín, la Cámara de Casación y la Corte Suprema.
Sin embargo, Abuelas se presentó como parte en la causa recién en diciembre del año pasado por lo que no tuvo ninguna posibilidad de designar un experto en 2004. Según Bergesio, Abuelas debió haber ofrecido su perito al presentarse como querellante en la causa, aunque el código establece expresamente que las partes deben ser notificadas de este tipo de medidas de prueba justamente para ejercer su derecho de controlarla y que de no hacerse esa notificación, la medida resulta nula.
Abuelas interpreta esta decisión de Bergesio como contraria a derecho, ya que demuestra que el juez está negando a una de las partes el derecho a controlar una medida de prueba central, circunstancia que se agrava por tratarse de una investigación por delitos de lesa humanidad y por los que la justicia tiene un deber especial de permitir a las víctimas un amplio control de la investigación.
La decisión del juez pone al estado argentino en una flagrante violación al derecho internacional de los derechos humanos, por lo que las Abuelas no descartan recurrir a instancias internacionales para que estudien el caso, sin perjuicio de que apelarán la decisión de Bergesio.

DECLARÓ MAGNETTO, EL CEO DE CLARÍN

Por otro lado, declaró en los tribunales de San Isidro Héctor Magneto, máximo responsable del multimedios después de Herrera de Noble, quien en 1976 era ya el gerente general de la empresa, y que según las denuncias que constan en la causa conoció detalles de las adopciones. Sin embargo, Magnetto negó ante el juez en una audiencia de casi tres horas tener alguna información sobre el caso.
Magnetto aseguró no recordar con exactitud el lugar en el que residía Herrera de Noble en 1976, aunque afirmó que “tiene entendido que el domicilio real eran en la avenida Libertador, en Capital Federal”. El dato es relevante ya que Herrera de Noble sostuvo en el expediente de adopción que estaba domiciliada en las Lomas de San Isidro, y esa afirmación fue determinante para que interviniera la jueza de menores Hejt, una de las responsables de las graves irregularidades comprobadas en los expedientes de adopción de Marcela y Felipe.
Durante la audiencia se leyó completa una carta abierta de Herrera de Noble publicada en Clarín poco después de que fuera dejada en libertad, y en la que admitió que duda respecto del origen de Marcela y Felipe, dejando abierta la posibilidad de que sean hijos de desaparecidos. Magnetto sin embargo negó conocer detalles de esa carta y sostuvo que “la señora me comentó una vez que ella lo que sabe del origen de los chicos es lo que está en los expedientes de adopción”.
La querella de Abuelas le preguntó por la relación entre Herrera de Noble y Rogelio Frigerio quien según denuncias que constan en la causa habría intervenido en la entrega de los bebés. Magnetto respondió que “la relación entre un político y un medio de información siempre es de desconfianza mutua”.
Abuelas de Plaza de Mayo desea dejar expuesto a la opinión pública el largo e irregular proceso que la justicia imprime a tan dolorosa y criminal situación de robo de bebes, quienes hoy ya adultos están esperando su liberación.

jueves, 11 de septiembre de 2008

ABUELAS RECUPERA LA IDENTIDAD DE DOS NIETOS: YA SON 95

Buenos Aires, 10 de septiembre de 2008

Las Abuelas de Plaza de Mayo queremos comunicar que hemos encontrado a otra nieta que durante más de 30 años vivió privada de su identidad. Se trata de la hija de Miryam Ovando y Raúl René De Sanctis, ambos desaparecidos en distintos operativos en la provincia de Buenos Aires, en 1977.

Los padres
Raúl René De Sanctis nació el 29 de julio de 1954 en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos pero siendo muy pequeño su familia se mudó a la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
Realizó casi toda la escuela primaria en el Colegio del Sagrado Corazón de Rosario y los estudios secundarios en el Colegio San José, de orientación saleciana, donde también participó de los grupos de jóvenes salecianos. Comenzó a estudiar Antropología en la Universidad Nacional de Rosario, sin llegar a concluirla. Fue obrero en la empresa metalúrgica Acindar. Militaba en la organización Montoneros.
Myriam Ovando nació el 17 de enero de 1956 en la ciudad de Rosario. Tiene un hermano menor. Su padre era empleado en la empresa Gas del Estado. Su madre era ama de casa. Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Centro Educativo Nuestra Señora del Huerto en la ciudad de Rosario. Comenzó a estudiar Psicología en la Universidad Nacional de Rosario, sin llegar a finalizarla. Militaba en la organización Montoneros y realizaba trabajos de alfabetización en barrios humildes cercanos a la ciudad de Rosario.
Miryam y Raúl se conocieron en los retiros espirituales de la congregación saleciana. Comenzaron su noviazgo y tiempo después se mudaron a Buenos Aires debido a la militancia de ambos.
La joven fue secuestrada el 1° de abril de 1977 en la localidad de Virreyes, zona norte del Gran Buenos Aires. Raúl en mayo de ese mismo año en la estación de trenes de Campana, provincia de Buenos Aires. Miryam estaba embarazada de seis meses. Pudo saberse que permaneció detenida ilegalmente en la localidad de Escobar, en un CCD dependiente de Campo de Mayo. Por una carta que recibió su familia se supo que la joven había dado a luz en julio de 1977, durante su cautiverio, una niña a la que llamó Laura Catalina.


La búsqueda de Laura
La búsqueda de Laura comenzó cuando sus familiares denunciaron, en Abuelas de Plaza de Mayo, en diciembre de 1982, la desaparición de Raúl y de Miryam embarazada. El equipo de investigación de Abuelas comenzó sus averiguaciones a partir de denuncias que daban cuenta de que una joven, en manos de un militar, podría ser hija de desaparecidos. A partir de esas informaciones, el equipo jurídico de Abuelas presentó una denuncia judicial que tramitó en el juzgado Federal Nº 4 de Capital, donde se realizaron las medidas necesarias para dar con el paradero de la joven.
Tiempo después, a partir del análisis de ADN realizado en el Banco Nacional de Datos Genéticos pudo saberse que aquella joven es efectivamente hija de Miryam Ovando y Raúl De Sanctis. Las muestras biológicas fueron extraídas de objetos personales, obtenidos en un procedimiento judicial.
El pasado lunes 8 de septiembre, las Abuelas fuimos notificadas por el juez Federal Ariel Lijo, quien nos informó que la joven pertenece a la familia Ovando-De Sanctis.

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Las Abuelas de Plaza de Mayo queremos comunicar que hemos encontrado a otro nieto que durante más de 30 años vivió privado de su identidad. El joven es hijo de Liliana Carmen Pereyra y Eduardo Alberto Cagnola, ambos secuestrados de la pensión en la que vivían en Mar del Plata, el 5 de octubre de 1977.


Los padres
Liliana Carmen Pereyra nació el 1º de septiembre de 1956 en la ciudad de La Plata. Su familia la llamaba "Lali". Eduardo Alberto Cagnola nació en la ciudad de Chacabuco, provincia de Buenos Aires, el 12 de diciembre de 1954. Sus amigos le decían "Mocho". Se conocieron mientras estudiaban Derecho en la Universidad Nacional de La Plata. Allí comenzaron su militancia en la Juventud Universitaria Peronista, y luego se integraron a la organización Montoneros. Liliana era empleada en el Banco Hipotecario.
En 1977, Liliana y Eduardo se mudaron a la ciudad de Mar de Plata y se instalaron en una pensión. Trabajaron en una pescadería, Liliana como filetera y Eduardo en la cámara frigorífica.
El 5 de octubre de 1977 fueron secuestrados de la pensión en la que vivían. Liliana estaba embarazada de cinco meses. Permanecieron detenidos en la Base Naval de Buzos Tácticos de Mar del Plata, hasta que la joven fue traslada a la ESMA para dar a luz. Según testimonios de sobrevivientes, Liliana permaneció detenida en la denominada "pieza de las embarazadas" y en febrero de 1978 dio a luz un niño al que llamó Federico. Estos mismos testimonios afirman que Liliana y el pequeño Federico, permanecieron juntos alrededor de unos diez días.

La búsqueda de Federico
Las familias Pereyra y Cagnola denunciaron la desaparición de Eduardo y de Liliana embarazada y comenzaron la intensa búsqueda. La denuncia fue realizada en julio de 1981. Las Abuelas fueron piezas fundamentales, tal es así que la abuela materna se convirtió en la referente de la filial Abuelas La Plata: Jorgenlina "Coqui" Pereyra.
Tiempo después, llegaron a la Asociación denuncias sobre un matrimonio que tendría en su poder un posible hijo de desaparecidos. Allí se iniciaron las averiguaciones del equipo de investigación de Abuelas, junto a la Comisión Hermanos de H.I.J.O.S. quienes lograron dar con el paradero de Federico. Fue entonces que el juzgado Federal Nº 2 ordenó la medida para obtener muestras de ADN de las pertenencias del joven.
Ayer, 9 de septiembre, el juez Federal Jorge Ballesteros informó al joven que incluye en un 99,99 % en la familia Pereyra Cagnola.